Guerrillas
Alberto Vieyra G. martes 24, Sep 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Pedro Ascencio Alquisiras es reconocido a nivel mundial por haber sido el precursor de la guerrilla campesina en México, durante la guerra de independencia entre 1810 y 1821.
Pedro Asencio y su guerrilla campesina propinarían al ejército realista de los gachupines los peores descalabros militares en la tierra caliente, entre los Estados de México y Guerrero, y Agustín de Iturbide salvaría de milagro el pellejo.
Lo asombroso de la guerrilla de Pedro Ascencio Alquisiras es que fue un movimiento armado de exportación, pues la guerra entre Estados Unidos y Vietnam, fue ganada por esa nación asiática y los guerrilleros del Vietcom que propinaron al tío Sam los peores descalabros militares y marcaron la diferencia en esa guerra, que los gringos arrastran como vergüenza mundial.
El término guerrilla se acuñaría en España allá por 1808 y rápidamente llegó a México.
¿Por qué hago historia?
Mire usted o, mejor dicho, pare oreja porque le seguiré hablando de historia. Durante el populista régimen de Luis Echeverría Álvarez, surgirían casi por todo México movimientos guerrilleros que brotaban como hongos.
La desesperación social era el principal caldo de cultivo de aquellos movimientos subversivos que no sólo enfrentaban en tácticas de guerra de guerrillas al ejército mexicano, sino que participaban en asaltos bancarios y secuestros de hombres poderosos de la oligarquía económica.
Los bajos salarios, el hambre que imperaba en cuando menos 18 millones de compatriotas, en aquél entonces y la concentración del 55% de la economía mexicana en 13 familias poderosas llevaron a Lucio Cabañas y Genaro Vazquez Rojas a empuñar las armas, en el Estado de Guerrero.
Sin embargo, el 18 de septiembre de 1973, en Monterrey fue secuestrado Eugenio Garza Sada, cabeza del poderoso grupo económico Monterrey. La intención de los guerrilleros que intentaron secuestrarlo era exigirle al gobierno de Echeverría 5 millones de pesos, la liberación de presos políticos y la conformación de un partido político.
El mal tino de los guerrilleros derivó en el asesinato de Garza Sada, su chofer, Bernardo Chapa Pérez, y su guardaespaldas, Modesto Torres Briones. Aquella acción de armas, haría que el régimen Echeverrista combatiese rabiosamente a los guerrilleros que operaban en Sinaloa, Jalisco, Nayarit, la Huasteca Potosina, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, y tal y tal.
Se supo entonces, que los guerrilleros de la Liga 23 de Septiembre habían asesinado a Garza Sada, hoy sabemos que el secuestro del empresario fue planeado en un principio por el grupo armado llamado los Espartacos que al hacer alianza con la Liga 23 de Septiembre, buscaban incluso derrocar al gobierno.
Y hablando de mal tino, la semana pasada el historiador don Pedro Salmerón, que cobraba como director del Instituto Nacional de la Revolución Mexicana, dependiente de gobernación, salió solamente a regar el tepache removiendo los rescoldos de odio, entre ricos y pobres y diciendo que el comando guerrillero que asesinó a Garza Sada, era integrado por “valientes muchachos”, lo que motivó que ardiera Troya y que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo cesara inmediatamente, porque según él “es mejor historiador, que funcionario público”, al tiempo que pedía a los mexicanos guardar la calma.
El presidente se ha encargado de abonar a la división de los mexicanos. En Nuevo León, Pedro Salmerón y el porro diputado de Morena, Gerardo Fernández Noroña, fueron declarados personas no gratas y a raíz de esto, han surgido brotes con la misma desesperación social que en la década de los setentas exigen arrebatarles a los empresarios multimillonarios de México, sus fortunas bien y mal habidas. ¡Peligroso momento!
¿Quién será el hombre capaz de reconciliar a los mexicanos, para ponerle un monumento?